Entrevista a Antonio Morales, director de la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir
Se cumplen diez años de funcionamiento del sistema de telecontrol de riego del Valle Inferior del Guadalquivir, creado e implantado por AquArson. Con él, la Comunidad de Regantes gestiona el riego de casi 19.000.000 hectáreas en más de 3.000 parcelas. Fue la primera gran instalación de estas características que se realizó con éxito en España, dentro de un proyecto de modernización de gran envergadura.
Hoy estas instalaciones son un referente y reciben visitas de todo el mundo para conocer de cerca las claves de su eficiencia y su moderna tecnología. Sobre estas claves hablamos con Antonio Morales, director de la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir.
Después de diez años, ¿cuál es el balance del sistema de telecontrol de riego?
Para nosotros se ha convertido en una herramienta de gestión imprescindible. Hoy no sé cómo podríamos gestionar el sistema sin él. Pero en el momento en el que nosotros afrontamos este reto, la mayoría de las instalaciones de telecontrol de riego que se habían instalado habían sido un fracaso. De hecho, a una escala tan grande como la nuestra no había experiencias exitosas. Y sin embargo AquArson ofreció un sistema que funciona, que se adapta a las condiciones del campo y que es capaz de trabajar bien en condiciones meteorológicas muy adversas. Aquí se pueden alcanzar fácilmente 50 o 55 grados dentro de las arquetas donde se alojan los dispositivos electrónicos.
Para nosotros se ha convertido en una herramienta de gestión imprescindible
¿En qué contexto se instaló el sistema de telecontrol?
Nuestra comunidad de regantes es muy antigua y tenía un sistema de distribución basado en una red de acequias y canales de hormigón, con muchas pérdidas. En una época en la que la demanda de agua crece nos damos cuenta de que hay que optimizar el uso de agua. En ese contexto se desarrolla una gran obra de modernización que afecta a 19.000 hectáreas y 2.000 agricultores. Se construyen 9 balsas de regulación, estaciones de bombeo, más de 500 km de redes de tuberías y 3.000 puntos de suministro de agua.
El sistema de telecontrol de riego es un complemento de una grandísima obra de modernización, que supuso una inversión extraordinaria.
En cada parcela se coloca un dispositivo de medida de consumo y todos esos puntos de suministro se gestionan con el sistema de telecontrol de riego de AquArson. Sin necesidad de ir a ver físicamente los contadores, sabemos el volumen consumido por cada agricultor, cuándo lo hace, qué caudal se está derivando de la red, el estado de las presiones… en fin, la explotación de todo un sistema hidráulico tan complejo como el nuestro.
Antes de esta, las instalaciones de telecontrol de riego a gran escala habían sido un fracaso
¿Qué beneficios inmediatos obtuvisteis?
Tengo que confesar que cuando se instaló este sistema de telecontrol no alcanzábamos a comprender muy bien todo el potencial que tenía como herramienta de información y de gestión. Básicamente buscábamos tener el control del consumo para facturar en función de esos volúmenes, pero el sistema va mucho más allá. Nos ha permitido establecer todo un sistema de control de la distribución del agua. Hoy lo tenemos tan interiorizado en nuestro sistema, en nuestro ADN, que le sacamos todo el jugo.
Cuando se instaló no sabíamos el potencial que tenía como herramienta de información y gestión
¿Y en cuanto al ahorro de agua?
El sistema de telecontrol no es el máximo responsable del ahorro, pero sí es una herramienta importante para conseguirlo. Y, por supuesto, a nivel particular, genera ahorro de agua. El agricultor sabe que su consumo está controlado y, por tanto, exprime sus posibilidades de mejora en la instalación propia.
El sistema se adapta a las condiciones del campo; es robusto y capaz de ofrecer todas las prestaciones
¿Cómo fue el cambio?
Dio lugar a una situación muy curiosa en toda la zona regable. Muchos de los problemas asociados al sistema de distribución anterior a la modernización generaban quejas de los regantes, la mayoría de ellas con toda la razón del mundo, pero otras veces no tanto. El caso es que entonces no teníamos la información necesaria para evaluar la causa del problema que nos trasladaban, su gravedad, y, por supuesto, tampoco su veracidad.
Con el nuevo sistema, por ejemplo, llegaba un agricultor a quejarse de que llevaba una semana sin agua para regar y al consultar el sistema de telecontrol de riego y ver sus históricos podíamos ver si no era así y le podíamos decir “pero qué me está usted contando… ¡si usted empezó a regar ayer¡” y se quedaba parado y te decía “¿pero todo eso aparece ahí en el ordenador?”. Con esto quiero decir que el sistema nos permite hacer las cosas mejor en la Comunidad, hemos ganado en credibilidad y en rigor de cara a nuestros propios comuneros, trasladando una imagen de conocimiento y control. Pero nos costó mucho tiempo y esfuerzo que todo el mundo se adaptara al nuevo sistema, no solo el personal de la Comunidad de Regantes, sino también nuestros agricultores, porque para ellos el cambio también ha sido radical.
Nos permite ganar en credibilidad y en rigor de cara a nuestros propios comuneros
¿Cómo se gestiona día a día?
La clave del éxito es que estamos muy pendientes. El sistema es bueno, robusto y capaz de ofrecer todas las prestaciones, pero necesita de un mantenimiento y atención constantes. En la Comunidad de Regantes hemos aprendido a identificar qué le pasa a cada una de las remotas y a darle una solución inmediata, para que siempre tengamos funcionando el mayor número posible de ellas de manera simultánea.
Una clave del éxito es que estamos muy pendientes del mantenimiento
¿Cómo valora la ayuda de AquArson en todo el proceso?
El apoyo de AquArson siempre ha sido fundamental. Al principio nos tutelaron mucho y de forma más intensa; luego fue evolucionando a una etapa en la que cada vez les hacíamos menos consultas; y ahora las dudas que nos surgen son muchos más esporádicas. Pero, en cualquier caso, siempre están ahí y seguimos necesitando de ellos para hacer las reparaciones. Las incidencias que surgen, las solucionan; lógicamente es de interés mutuo que el sistema siga funcionando.
El apoyo de AquArson en todo este tiempo ha sido fundamental
La instalación fue y sigue siendo referente, ¿siguen visitándola?
Seguimos recibiendo muchas visitas y lo que siempre nos trasladan es que les sorprende la manera tan eficiente en que se gestionan las infraestructuras. Hay quienes solo vienen a ver el telecontrol de riego, porque les llegan noticias de que se le saca rendimiento.
Cuando la gente va a hacer una inversión en telecontrol, se hace siempre la misma reflexión: “realmente para saber lo que consume alguien, voy, le miro el contador una vez al año, lo facturo y ya está”. Claro, cuando les dices que es muchísimo más quieren conocerlo y ver lo que hacemos.
*Fotos cedidas por la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir